Bendito el que viene –


  • Domigo de ramos – Ciclo C
  • Domingo 13 de abril de 2025 – Catedral de La Plata

El Domingo de Ramos significó la llegada efectiva de la “hora del Señor”. Jesús se dirigió a Jerusalén para cumplir su destino, y para realizar la misión para la cual se hizo hombre: redimir a toda la humanidad, padeciendo, muriendo y resucitando.


Lectura del Santo Evangelio

San Lucas 22,14–23,56.


Lecturas

Isaías 50, 4-7.
S.R. 21,8-9. 17-18ª. 19-20. 23-24.
Filipenses 2, 6-11.

Evangelio de entrada:

San Lucas 19, 28-40.

Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén. Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: «¿Por qué lo desatan?», respondan: «El Señor lo necesita».

Los enviados partieron y encontraron todo como él les había dicho. Cuando desataron el asno, sus dueños les dijeron: «¿Por qué lo desatan?». Y ellos respondieron: «El Señor lo necesita». Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar.

Mientras él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino. Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. Y decían:»¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!».

Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». Pero él respondió: «Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras

Palabra del Señor.

  • Así como Jesús entró a Jerusalén para concretar la Salvación, de la misma manera, cada año, junto a toda la Iglesia, con el Domingo de Ramos nos introducimos en la Semana, Santa, donde vamos caminando con Jesús y haciendo presente en los ritos sagrados y en los actos de piedad y devoción, cada uno de sus actos redentores. Toda la Semana Santa que vamos a vivir, es una oportunidad para dar testimonio, y aclamar a Jesús como el Rey y Señor de nuestra existencia, como el Dios hecho hombre en quien creemos, como el motivo de nuestra esperanza, como aquel que nos impulsa a vivir en el amor. ¿Estamos dispuestos a celebrar estos días santos con un verdadero fervor espiritual? ¿Nos animaremos a dedicarle más tiempo al Señor, participando de las celebraciones litúrgicas y de los distintos momentos de oración que nuestra parroquia nos ofrece? Que el ramo bendecido nos recuerde todo el año la vivencia de esta Semana Santa, y el infinito acto de amor de nuestro Salvador que dio su vida por nosotros y resucitó, y que nos espera en estos días, cada domingo, y toda nuestra vida.

Padre Hernán Remundini

Calendario Litúrgico

Con la intención de una lectura más variada y abundante la Iglesia nos propone tres ciclos litúrgicos A, B y C, de tal manera los mismos textos no volverán a leerse hasta después de tres años. Los invitamos a volver a ver cada una de ellas.


Año Litúrgico 2023-2024 – Ciclo B el Evangelio del Domingo de Ramos. «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» El abandono de Jesús. Este es el sufrimiento más lacerante, es el sufrimiento del espíritu; en la hora más trágica, Jesús experimenta el abandono de Dios. Nunca antes había llamado al Padre con el nombre genérico de Dios. Para transmitirnos la fuerza de aquel acontecimiento, el Evangelio indica la frase también en arameo; es la única, entre las pronunciadas por Jesús en la cruz, que nos llega en la lengua original.

Evangelio

San Marcos 14, 1–15, 47

El Ciclo A nos presenta en éste Domingo de Ramos en su evangelio: Jesús en la cruz dice una frase, sólo una: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?. Es una frase dura. Jesús sufrió el abandono de los suyos, que habían huido. Pero le quedaba el Padre. Ahora, en el abismo de la soledad, por primera vez lo llama con el nombre genérico de “Dios”. Y le grita con voz potente el “¿por qué?”, por qué más lacerante: “¿Por qué? ¿Y todo esto para qué?

Evangelio

San Mateo 27, 11-54

El Ciclo C basado en los textos de Lucas. Un Rey que, con su palabra, con su ejemplo y con su vida inmolada en la Cruz, nos ha salvado de la muerte, e indica —este rey— el camino al hombre perdido, da luz nueva a nuestra existencia marcada por la duda, por el miedo y por la prueba de cada día. 

Evangelio

San Lucas 22, 14–23, 56