· Jesús: enséñanos a orar ·
- 17º semana durante el año – Ciclo C
- Domingo 27 de Julio de 2025 – Catedral de La Plata
Este fin de Semana, Jesús les enseña a sus discípulos a orar, con la oración del Padrenuestro, que sigue siendo parte de nuestra propia oración; y les insiste a que recen sin desanimarse porque Dios es un padre Bueno que nos ama y siempre nos escucha.
Lecturas
Génesis 18, 20-32.
Salmo 137, 1-3. 6-7a. 7c-8.
Colosenses 2, 12-14.
Lectura del Santo Evangelio según Lucas
Lucas 11, 1-13.
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».
Jesús agregó: «Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: «Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle», y desde adentro él le responde: «No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos».
Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.
¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan».
Palabra del Señor.
Para pensar
- La oración del Padrenuestro que Jesús le enseñó a sus discípulos, es una oración modelo de cualquier forma de oración del cristiano. Se inicia con una alabanza al Padre, y prosigue con una serie de súplicas espirituales: que venga su Reino, que se haga su divina voluntad, que nos dé siempre el pan que es más que pan (la Eucaristía), que nos perdone los pecados, que nos ayude a perdonar, que nos ayude a no car en las tentaciones, y que nos libre del maligno. El Padrenuestro no está centrado en las cosas materiales, porque está animado por las mismas palabras de Jesús, que invitaba a buscar primero y por sobre todo, el Reino de Dios. ¿Nuestra súplica se concentra en primer lugar en aquello que necesitamos para nuestra salvación? ¿Pedimos cosas espirituales o sólo materiales? ¿Encontramos tiempo para dialogar con Jesús (en la misa diaria, en la adoración, en los actos de devoción, en la lectura orante de la palabra, etc.)? ¿Hemos descubierto la importancia de orar juntos en comunidad?
Padre Hernán Remundini
Una homilía sobre la misericordia, la oración y la gratitud: Mons. Bochatey celebró sus 70 años.
En ocasión del XVII Domingo del Tiempo Ordinario y en el marco de la Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores, Monseñor Alberto Bochatey presidió la celebración litúrgica con una homilía cargada de profundidad espiritual, reflexión social y un tono pastoral cercano. A partir del Evangelio del día, centrado en la enseñanza del Padre Nuestro, Monseñor resaltó que esta oración, aprendida desde la infancia y muchas veces rezada de forma mecánica, encierra una auténtica estructura de vida espiritual. No es solo una fórmula devocional, sino un verdadero camino que nos invita a vivir en Dios, con espíritu de perdón, fraternidad y humildad, reconociendo que somos débiles, pero profundamente amados.
Recordando la intercesión de Abraham por Sodoma y el mensaje paulino sobre la gracia, subrayó que el perdón de Dios no es liviano, sino lleno de una gracia que transforma y nos permite construir un futuro con esperanza, incluso cuando el bien parece reducido a un pequeño grupo. En este sentido, alertó sobre el clima social actual, donde la oración y la misericordia parecen haber sido desplazadas por actitudes de violencia, insulto y falta de diálogo. Llamó a no naturalizar estas conductas y a volver a los valores fundamentales del Evangelio, que se expresan en el respeto mutuo, la comprensión y la búsqueda de la paz.
En sintonía con el mensaje del Papa Francisco para esta jornada, Monseñor Bochatey destacó el valor de los adultos mayores como testigos de esperanza y portadores de sabiduría. Citando a San Agustín, recordó que la vejez es un tiempo de bendición, en el cual, cuando faltan nuestras fuerzas, se manifiesta con más claridad la fuerza de Dios en nosotros. Invitó a la comunidad a vivir una auténtica “revolución de la gratitud y del cuidado”, promoviendo el reconocimiento y la cercanía concreta con los mayores, especialmente aquellos que viven en soledad. En ese marco, recordó que el Papa ha concedido la indulgencia plenaria en este Año Jubilar a quienes, no pudiendo peregrinar a Roma, visiten a ancianos solos como gesto de caridad, considerando esa visita como una verdadera peregrinación al encuentro de Cristo presente en ellos.
Hacia el final de su homilía, Monseñor compartió con alegría su cumpleaños número 70, expresando un profundo agradecimiento a Dios por los dones recibidos a lo largo de su vida sacerdotal, religiosa y episcopal. Con sencillez y calidez, agradeció también a su familia, a los amigos que llegaron desde Córdoba y Buenos Aires, y a toda la comunidad platense, a quienes consideró ya no solo amigos, sino parte de una verdadera familia del espíritu.
Calendario Litúrgico
Con la intención de una lectura más variada y abundante, la Iglesia nos propone tres ciclos litúrgicos A, B y C, de tal manera los mismos textos no volverán a leerse hasta después de tres años. Los invitamos a volver a ver cada una de ellas.
Ciclo B – 28 Julio 2024
Año Litúrgico 2023-2024 – Ciclo B – Nosotros tratamos de acumular y aumentar lo que tenemos; Jesús, en cambio, pide dar, disminuir. Nos encanta añadir, nos gustan las adiciones; a Jesús le gustan las sustracciones, quitar algo para dárselo a los demás. Queremos multiplicar para nosotros; Jesús aprecia cuando dividimos con los demás, cuando compartimos. Es curioso que en los relatos de la multiplicación de los panes presentes en los Evangelios no aparezca nunca el verbo “multiplicar”. Es más, los verbos utilizados son de signo opuesto: “partir”, “dar”, “distribuir”. Pero no se usa el verbo “multiplicar”.
Evangelio
San Juan 6, 1-15
Ciclo A – 30 Julio 2023
Ciclo A – Con estas dos similitudes, Jesús se propone involucrarnos en la construcción del Reino de los cielos, presentando una característica esencial de la vida cristiana: se adhieren completamente al Reino aquellos que están dispuestos a jugarse todo, que son valientes. Somos llamados a asumir la actitud de estos dos personajes evangélicos, convirtiéndonos también nosotros en buscadores sanamente inquietos del Reino de los cielos. En nuestros días, todos lo sabemos, la vida de algunos puede resultar mediocre y apagada porque probablemente no han ido a la búsqueda de un verdadero tesoro: se han conformado con cosas atractivas pero efímeras, de destellos brillantes pero ilusorios porque después dejan en la oscuridad.
Evangelio
Mateo 13, 44-52
Ciclo C – 24 Julio 2022
El Ciclo C basado en los textos de Lucas. Se ora con coraje porque cuando oramos tenemos necesidad. Es como si Jesús dijera: en la oración sean intrusos. No se cansen. Pero ¿no se cansen de qué? De pedir. “Crean y les será dado”. Una oración constante, intrusa. Como aquella de Santa Mónica, por ejemplo: cuantos años oró así, incluso con lágrimas, por la conversión de su hijo Agustín.
Evangelio
Lucas 11, 1-13
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